Con la iluminación indirecta, la luz apantallada se refleja en las paredes y/o el techo. Existen varias posibilidades para la iluminación indirecta de estancias. La fuente de luz puede integrarse en un friso del techo, una pantalla de pared o cortina o montarse en un bañador de pared o techo. Sin embargo, la fuente de luz debe estar siempre a una distancia suficiente de la superficie de iluminación para que pueda proyectar también un amplio cono de luz. Pero debe estar por encima del nivel de los ojos. La mayoría de las luminarias autónomas o bañadores de techo cumplen estos requisitos; los bañadores de pared, en cambio, deben montarse en la pared a partir de una altura de 170 cm. Hay que tener en cuenta que los proyectores pueden perder su efecto en habitaciones pequeñas y bajas.

La iluminación indirecta, sin embargo, requiere fuentes de luz o luminarias adicionales para hacer más eficaz una estancia.